Para el occidental que empieza a conocer la Medicina China (MTC) sorprende oír hablar del Viento, Calor, Humedad, Sequedad, Frío… lo que en Medicina China llamamos agentes climáticos, como causas de enfermedad. La Medicina China considera que el hombre es un reflejo del Universo, un microcosmos dentro del macrocosmos. Las mismas energías climáticas que encontramos en el exterior, las encontramos en el interior. Cada uno de estos agentes climáticos tiene una acción específica en el organismo dependiendo de sus características.
El viento es móvil, desplaza objetos, los mueve y eso es exactamente lo que hace según la Medicina China. Del Viento interno nos ha hablado este mes Silvia Magem en el artículo: Tics, temblores y parálisis… Viento interno de Hígado. En resumen, precisamente porque el viento mueve, el Viento interno provoca temblores, espasmos, tics, y en ocasiones puede provocar parálisis, igual que un árbol que siempre recibe el viento desde el mismo sitio y que acaba ladeándose.
Dos tipos de Viento en Medicina China
La Medicina China contempla dos tipos de viento, el Viento interno y el Viento externo. El Viento externo tiene una acción frecuentemente diferente al Viento interno, suele provocar resfriados y gripes.
La energía que nos defiende frente
a los factores patógenos externos, está en la superficie, entre piel y músculo, cuando esta energía se debilita, o cuando la climatología es muy extrema, las energías climáticas del exterior, y de todas ellas la más frecuente el Viento, bloquean la energía defensiva provocando escalofríos, dolores corporales, estornudos, tos, dolor de garganta y/o de cabeza, mucosidad nasal o fiebre, por ejemplo.
Recuerdo que la primera vez que oí hablar del viento me pareció algo muy extraño, y cada año lo veo en la cara de mis alumnos de primero de Medicina China cuando lo explico. Pero las abuelas ya hablaban de ello: ‘tápate o te dará un golpe de viento’. Seguro que recuerdas alguna vez que te resfriaste por haber estado expuesto a un fuerte viento frío.
El otoño se acerca y es la época en que la energía defensiva y el Pulmón –el órgano que la controla– son más propensos a desequilibrios. Vale la pena cuidarse del Viento en esta época, sobre todo en la zona del cuello y la nuca, así que no olvides llevar tu pañuelo por si acaso 😉
Foto: Sebastian Danon
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Cindy Méndez Pendavis es Licenciada en Medicina Tradicional China y Acupuntura por la Universidad de Gales, Máster en Medicina Tradicional China por la Universidad de East London, terapeuta, investigadora, docente y directora general de Instituto Meridians en Barcelona.
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